Circuito cerrado de televisión o CCTV (siglas en inglés de closed circuit television) es una tecnología de vídeo vigilancia visual diseñada para supervisar una diversidad de ambientes y actividades.
Se le denomina circuito cerrado ya que, al contrario de lo que pasa con la difusión, todos sus componentes están enlazados. Además, a diferencia de la televisión convencional, este es un sistema pensado para un número limitado de espectadores.
El circuito puede estar compuesto, simplemente, por una o más cámaras de vigilancia conectadas a uno o más monitores o televisores, que reproducen las imágenes capturadas por las cámaras. Aunque, para mejorar el sistema, se suelen conectar directamente o enlazar por red otros componentes como vídeos u computadoras.
Se encuentran fijas en un lugar determinado. En un sistema moderno las cámaras que se utilizan pueden estar controladas remotamente desde una sala de control, donde se puede configurar su panorámica, enfoque, inclinación y zoom. A este tipo de cámaras se les llama PTZ (siglas en inglés de pan-tilt-zoom).
Estos sistemas incluyen visión nocturna, operaciones asistidas por ordenador y detección de movimiento, que facilita al sistema ponerse en estado de alerta cuando algo se mueve delante de las cámaras. La claridad de las imágenes puede ser excelente, se puede transformar de niveles oscuros a claros. Todas estas cualidades hacen que el uso del CCTV haya crecido extraordinariamente en estos últimos años.
Historia
Al principio se hacían este tipo de instalaciones para disuadir o detectar robos y, hoy en día, no sólo se utiliza para seguridad, sino también para otros propósitos específicos como pueden ser los de la medicina, la educación o la lucha contra eventos antisociales.
En muchos hogares se utilizan como sistemas de seguridad, aunque también pueden desarrollar otra función como es la de recopilar evidencia de violencia doméstica. También se colocan en bancos, casinos, centros comerciales, vías de circulación, aeropuertos, áreas e instalaciones públicas, entre muchos otros lugares.
En el áreas industrial y minera se utiliza en procesos industriales.
El gran aumento de cámaras en lugares públicos, ha obligado, en España, a regularizar la situación mediante la Ley Orgánica de Protección de Datos. Esta protege la intimidad de las personas. En definitiva prohibe las cámaras ocultas, obliga a informar sobre la existencia de videovigilancia, y proteger la intimidad de las personas, a utilizarlas con fines de seguridad y siempre con el sentido de proporcionalidad.
CCTV en videovigilancia
En esta aplicación el circuito estará compuesto, aparte de las cámaras y monitores, de un dispositivo de almacenamiento de video (DVR Digital Video Recorder, NVR Network Video Recorder) dependiendo la estructura del circuito ya sea analógico o basado en redes IP, aunque se pueden realizar combinaciones dependiendo las necesidades del sitio. Las cámaras pueden ser fijas, con zoom, las llamadas domo, debido a la forma de domo invertido que presentan, y las domo motorizadas, que pueden ser remotamente movibles. Este movimiento se puede hacer mediante una consola o teclado mediante el cual se pueden manejar las diversas opciones del software instalado en ésta. Constan también en un sistema CCTV de videovigilancia dispositivos como: lámparas infrarojas, sensores crepusculares, posicionadores, teleobjetivos, análisis de vídeo y video inteligente, etc.
En algunos países, como en Costa Rica[1] existen planes para la organización de la seguridad ciudadana, en donde cada comercio se conecta a una enorme red, para mantener la ciudad completa vigilada, desde la central de la policía municipal, y de esa manera entre todos los locales y comercios mantener segura la ciudad.